jueves, 10 de mayo de 2007

Vallejo, Penrose, Toledo

Me moriré en París con aguacero
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Memoriré en París --y no me corro--
tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.

En efecto César Vallejo murió en Paris, como bien lo vio en este poema. Peruano, anterior a Huidobro, Vallejo es el poeta triste por excelencia:

Hay golpes en la vida tan fuertes... Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé!

Sin embargo su obra también habló de la mujer y del asombro de estar vivo:

¡Señores! Hoy es la primera vez que me doy cuenta de la presencia de la vida. ¡Señores! Ruego a ustedes dejarme libre un momento, para saborear esta emoción formidable, espontánea y reciente de la vida, que hoy, por la primera vez, me extasía y me hace dichoso hasta las lágrimas.

Los fragmentos son el inicio de los poemas: Piedra negra sobre una piedra blanca, Los heraldos negros y Hallazgo de la vida. "César Vallejo ha muerto." Ahorita me acordé de este texto... mejor les recomiendo que lean su obra.

Roger Penrose, científico cuya entrevista se publicó en La jornada el 27 de abril (en el suplemento), nos inquieta cuando habla de tres realidades, trataré de profundizar un poco en esto. La realidad física es la que distinguían los filósofos empíricos ingleses, es decir, sólo existe aquéllo que percibo con los sentidos, esto va del telescopio, al microscopio, pasando por los quantum, o pequeña partículas que, al ser descubiertas, dispararon el desarrollo de la Física Cuántica. La segunda realidad, la de la experiencia mental parece sencilla, podemos afirmar: "Yo, soy mi mente", soy lo que tengo en la mente, aunque la de mi vecino sea distinta, y aún más la de los animales. ¿Qué percibe un gato, un perro o un insecto? Percibe un mundo distinto al nuestro. Ellos también son su mente. Podemos afirmar que lo que desconoce mi mente es lo que no soy yo, que más allá de mi mente hay un universo que desconozco por completo. La tercera realidad, la de los absolutos matemáticos, según Penrose, es la que sostiene al universo, es decir, los movimientos y las leyes del universo que nos tocó vivir se sustentan en formas matemáticas exactas y correspondientes, esto suena más abstracto pero podemos imaginar una red de fórmulas (líneas imaginarias) que marcan los movimientos de los cuerpos en el espacio exterior. Seguiremos.

Ayer en Coyoacán me encontré a Alejandro Toledo: de inmediato le obsequié un ejemplar de "Luna bajo el árbol".
He visto a Alejandro cinco veces en mi vida pero lo considero mi amigo: sabe mucho de Literatura; escribió un libro sobre "Ulises" de James Joyce, entre otras obras de autores mexicanos, que está publicando el FCE. Alejandro trabajó hace años como reportero y articulista de El universal, después colaboró en Milenio, actualmente trabaja en Diario Monitor, para mi sorpresa, me dijo al despedirnos:
--Dáme tu teléfono, mandaré a un reportero para que te entreviste. Actualmente soy el jefe de la sección cultural del diario.

Cayeron al mar
estrellas de colores.

Estrellas de mar.

Poema 5, de "Cuaderno"